mercredi 27 août 2008

Las causas perdidas (I)

Por más triste que nos sea, debemos aceptarlo: La luna es fría; el calor de la noche no proviene de su luz, sino de nuestros cuerpos... que arden al compás de sus respiros... que arden al ritmo de sus precipitaciones. Cuerpos uno: cuerpos tuyo: cuerpos mío. Cuerpos a la vez danzantes; cuerpos a la vez arado, abrigo, llaves. Cuerpos que aprendieron que la puerta de la vida no es el vientre de la luna, y la sonrisa del despierto no conoce su esplendor --el de la luna. Luna tuya; luna mía.