jeudi 11 juillet 2013

Viñeta


Es verano y la luz invade las ciudades europeas. Cerca del pueblo donde he vivido estos tres años, cada verano me hallé observando aquellos jóvenes que sonríen y celebran al borde de un amplio río. Están vivos, pero aún no se dan cuenta de la vida terrible. Sus cortejos de látex y embriaguez de aluminio sobre el suelo son el único presente y la única verdad. Disfrutan el momento de la luz y sacian su hambre a grandes tarascadas. Llegado el otoño habrán de conocer la hambruna y la desesperación, y en el invierno el hielo y el vacío nocturno. Sus cortejos de látex seguirán siendo entonces su tabla para salir a flote del naufragio en que habrá de convertirse su embriaguez -la soledad frente al ordenador será su isla desierta-.
Pero el día de hoy es verano y la luz invade las ciudades europeas. Los jóvenes celebran estar vivos sin saberlo, devorándose los cuerpos hasta que no quede nada que proteger del frío el próximo invierno.

dimanche 7 juillet 2013

"Traigo penas en el alma que no las mata el licor"...

¿Por qué buscamos canciones? ¿Por qué nos gusta cantar o que nos canten cuando estamos en el borde? Los sentimientos se avivan con la música, parece. El estado de las almas se incrementa cuando una voz entona melodías, me parece.
De alegría, de dolor, de incertidumbre, de rabia. De cualquier cosa. Todos estamos cantando. Todos queremos cantar.
De verdad que no lo entiendo, pero de verdad no importa.
Ahora canto en soledad y silencio. Procurándome canciones para la cascada de vacío que se vuelca y se revuelca en mis adentros. Buscando en mi memoria la tonada perdida, el verso faltante, el comienzo de todo... Y aunque a veces ya no quiero cantar, mi abismo sigue tarareando ese maldito verbo conjugado y pronominal que no sé cómo arrancarme del pensamiento.