mardi 4 août 2015

Desde lejos



Y a México se lo sigue llevando la chingada,
¿o será que la chingada fue devorada por México y lo está haciendo reventar?
Me hago preguntas desde acá.
Tantas preguntas desde acá.
No necesito escarbar mucho para encontrar los cuerpos.
Me basta echar un vistazo a esa breve pantalla negra que me mira;
a ese país donde nací -porque así fue- se lo carga la muerte día a día;
se lo carga un cortejo de Muerte, Ignorancia y Lasitud,
Astenia de las masas,
Afasia de clases hipnotizadas por televisiones, fútbol y cerveza.
Alguien por ahí quiere creer que este Pueblo ha despertado.
Y yo, desde mi lejanía desmesurada, escucho los ronquidos
de aquellos que por vivir en paz se envuelven en las sábanas
plagados de ácaros y olvido minuto por minuto.
Allá existe un México que me imagino
porque ya no vivo en él.
México que percibo a lontananza,
plagado de brumas y recuerdos
que ya no corresponden con realidad ninguna.
En ese mi país que yo imagino,
pareciera que ojos que no ven son vigilantes;
que oídos sordos portan toga de jueces;
que manos paralíticas redactan nuevas leyes;
que pies entumecidos encaminan las almas;
y las balas se disparan cumpliendo su destino.
Pareciera que la única verdad que queda es la verdad de las balas;
a diestra y a siniestra.
Que las armas sirven para matar y son usadas;
y que detrás de las armas una sombra infatigable
se vuelve a fusionar con la noche más oscura de mi patria.
Patria México anagrama de Pirata.
Bandera negra y violenta.
Águila devorando a una serpiente venenosa,
reposando sus garras en la higuera de barbarie.
El águila desgarra y chilla, mientras la serpiente sisea blandiendo sus colmillos.
No hay más que destrucción, dolor, veneno, espinas
muerte en ese símbolo impuesto a pequeños y grandes
para saludar con orgullo. Y respetar. Y defender. Y dar la vida por él.
Bandera de Pirata en altamar ondeando a merced de la corriente,
sobre un mar de sangre y atolones de huesos.
Fragata cuyos cañones apuntan contra mujeres y niños.
Bandera negra.
Oscura bandera de la Patria que se aleja.
Adiós naufragio de mi orgullo.
Adiós para siempre,
adiós.

samedi 28 mars 2015

Pendientes

A estas horas nadie en calma.
Todos con su dolor de cabeza, de alma, de pies, de costillas.
A estas horas todos con su tos, su fiebrecilla.
Desde un puente miro pasar el río que me seduce al salto.
Desde mi pequeño mundo egoísta veo pasar el mundo "lo demás" y pienso: "no hay mañana".
La vida se hace hoy.
Vaya ideas remanidas que vienen a acostarse debajo de mi almohada.
Vaya ganas de romperlo todo, una vez más para recomenzar.
Otra vez.
Estoy aquí arrancándome la piel, como una hoja se desprende de la máquina donde escribí, hace mil años, que la inmortalidad es amor y que es mejor vivir aquí, eternamente aquí, que abrigarse sin remedio en la esperanza del cielo sin dimensión.
Imaginario soy.
Pero a estas horas, todos con sus patitas dirigen al más allá sus pequeñitos instantes.
Vivir, en este siglo.
Joder para siempre.
Joder.

jeudi 12 février 2015

Un final en la academia

A Luigi Sala


En la academia de la cerveza estamos.
Sentados, aprendiendo a alzar la voz,
para no entender ni la mitad de aquello que nos queremos decir.

Estamos aquí, en el último lugar antes de romper la noche;
antes de volver a nuestros días, nuestra rutina solar.

Aquí mismo, rodeados de humo, con alcohol en la garganta y en las manos;
con ganas de cerrar los ojos para ver lo que no hay.

Sentados, en una fiesta que termina hoy, treinta años después de un nacimiento,
analizamos con la mirada perdida los símbolos del lugar, publicidad y sinsentido.

Estamos aprendiendo a alzar la voz para no decirnos nada.

Alzar la voz rodeada de humo y baños de alcohol, corrientes secretas, pensamientos y vergüenza.

Para nada.

A eso vinimos aquí.

Y en eso estamos.

mardi 20 janvier 2015

Tránscrito

He pasado muchas horas mente inventando cosas que no escribo. Inventando situaciones, imágenes patéticas, profundas o felices de la consciencia humana y su materia, sin escribir una sola línea.
Me he prometido la luna. Me he bajado las estrellas.

jeudi 8 janvier 2015

Des-aparecer

Sin darse uno cuenta luego llegan conclusiones. Solitas. Mientras que uno que estâ ay nomâs, mirando el hueco... el hueco que quedó de lo que había, de todo lo que estaba aquí, de todos quienes por ay andaban. De todo aquello de lo que ahora solo percibo el vacío. De repente ya no hay nada. Nada está aquí.

Pero uno estaba ay nomás, con todo alrededor, y de repente

... ¿cómo se iba uno a imaginar que todo aquello hubiera de esfumarse así nomás?

¿Quién iba a pensar que el día en que este hueco llegó, ya estaba instalado para siempre? Cómo fui a creerme tanta estupidez. Cómo pude esperar que desapareciera. Cómo pude tener fe en el tiempo de su extinción. Cómo pude tener fe en el tiempo. Cómo pude tener fe. Cómo pude tener. Cómo pude. Cómo.
Lo peor es que a veces uno se da cuenta de cosas... de la existencia de cosas... de su posibilidad... pero se queda callado. A nadie habla. A nadie avisa. Y luego, cuando esas cosas llegan, uno trata de advertir a los demás, de la inminencia de un suceso jamás conocido, pero siempre es tarde ya, siempre muy tarde. Y uno mira a cualquier parte y ya nomás queda el hueco.
Todos se han ido. Todo.
Ay nomás queda uno alrededor
y nada alrededor de uno.
Y nunca más desaparece el hueco,
ay se queda gusanito de seda.