vendredi 30 septembre 2011

L'evolución

Hace mucho, pero mucho tiempo, las personas solo se calentaban con el sol. Las medias no existían, y las chamarras menos. Antes de inventar los abrigos de piel, por las noches, los antiguos humanos tenían que buscar refugio en los rincones oscuros de las cuevas. Así, los ancestros de nuestros ancestros obtenían un riquísimo calor, acercándose los unos a los otros; solo estando cerca, muy cerca, cada vez más cerca, pudieron sobrevivir a los inviernos. Ahí, abrazados, en el centro de la oscuridad, los no tan ricos olores humanos dieron origen a la invención de los perfumes.















Poco a poco, aquellos anticuados trogloditas se fueron modernizando y transformando, descubrieron el fuego y más tarde la calefacción a base de resinas, carbón, petróleo, alcohol o gas. Todo muy bien, todo en regla. Sin embargo, en nuestra actualidad, los humanos que ahora somos todavía no hemos dejado de utilizar perfumes para esconder los aromas que nos separan los unos de los otros.

1 commentaire:

SuperFandeMafalda a dit…

Muy interesante reflexión, es cierto que un perfume esconde o maquilla el aroma verdadero y personal. Es como lo dice Jean-Baptiste Grenouille, el perfumes es un disfraz, un atuendo...según su ánimo era el perfume que se ponía y si quería pasar desapercibido no usaba nada, de menos, el tenía esa ventaja, no oler. Tu hoy debes de oler a celebración y fiesta. Espero que festejes un año más, que disfrutes a la manera que tu quieras, pero que disfrutes. Y que cada día sea mejor y recibas muchas cosas buenas, trabajo y sorpresas. Te mando un fuerte abrazo. Dios te bendiga Josué Solís Hernández.