samedi 28 février 2009

Humanos de microondas


*En el corazón de un edificio, el consejero se lava las manos. El mercurio en el espejo hace un esfuerzo y le sonríe. Su rostro húmedo y el nerviosismo se dilatan hasta deformarse. Afuera esperan el patrón inepto y asociados. Es el buen día de reunión. El consejero respira profundo, seca las gotas que se deslizan por su frente. “¿Todo en orden?”, le pregunta a la imagen que en su espejo no sabe nada de reuniones, ni asociados, ni consejos. “Todo en orden”, se responde él mismo. Pero sabe que no es cierto.

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